El budismo enseña que todo en el cosmos está regido por la ley de causa y efecto.
El karma consiste en las causas que se acumulan en el pasado y el presente; el karma demuestra las tendencias del comportamiento que el individuo tiende a repetir, tales como la reacción ante ciertas situaciones de la vida.
El ser humano puede crear su propio presente y futuro según las elecciones que hace en cada instante. De
acuerdo a esta concepción, la ley de causa y efecto es aquella que empodera al ser humano y le permite realizar acciones que contribuyan al establecimiento de un mundo mejor para él mismo y los demás.