¿COMO HAGO PARA NO ABSORBER LAS ENERGÍAS NEGATIVAS DE OTRAS PERSONAS?

PARA LOS QUE ME PREGUNTAN:

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Cuando la gente es compasiva (en exceso, o sea, hasta cuando ni siquiera te piden ayuda) con los demás, es muy fácil que la persona se acostumbre a recibir y empiece a demandar. Convirtiendo al compasivo en su presa cautiva que hace todo lo que le pide y quiere.
También hay personas que hacen propios los problemas ajenos, involucrándose totalmente, dejando a un lado sus cuestiones personales para ir en ayuda incondicional de aquel que esta en problemas. Ademas absorben emociones y sufrimiento ajeno.
Ser compasivo y generoso es una alta cualidad que debemos practicar todos pero debemos poner limites también a eso. Saber distinguir cuando, como y a quien.
Porque, ante todo, primero estamos nosotros y porque ademas el exceso de compasión genera hacerse cargo emocional y muchas veces, materialmente de cosas ajenas.
Antes de actuar impulsivamente piensa…
¡Y si esta persona esta pasando por esta situación como aprendizaje y yo se lo entorpezco ayudándolo a saltar ese problema, seguramente, volverá a pasar por esto tantas veces sea necesario para aprender su lección!… y aquí estoy yo, pensando que lo ayudo y me estoy interponiendo en una lección de vida que necesita ese Ser para crecer.

Entonces… ¡Como debo manejarme en estas situaciones en las que quedo atrapad@!

1. Dejar de complacer a las personas
Si alguien esta hablando mal de ti, genera chismes, te calumnia o difama…¡No le prestes atención!. No te incomodes pensando en las cosas que le dirías… Esto hará crecer la entidad del enojo llevándolo a tu campo energético y te tendrá cautivo pendiente de su opinión. Entiende que la gente tienen derecho a pensar lo que quiera y de verte como quiere. Tu también lo haces, a ti tampoco te gusta todo el mundo.
Envuélvete en un halo de amor que actúe como un campo de fuerza murallón alrededor tuyo así las opiniones ajenas dejaran de molestarte porque ya no les prestaras atención y no querrás ni enterarte para no bajar tu vibración y debilitarte.

2. Saber cuándo decir “¡NO!”
Si no quieres acompañar a una amiga a algún sitio y no tienes ganas, dile NO.
Si te piden dinero y lo tienes pero sabes que después esa persona se hará la tonta para devolvértelo, dile NO.
Si tus invitados no se comportan en tu casa, la próxima vez que quieran venir, diles NO.
Si la gente que ayudas es desagradecida y no te valora. Diles NO.
Si la gente no respeta tu casa/hogar/templo. Diles NO.
Establece límites y hazlos cumplir!
Esta es tu vida. No hay nada de malo en decir “NO” con la frecuencia que sientes que necesitas. Analiza a quien tienes frente a ti y piensa si merece lo que pide y no devuelve.

3. Deja de alimentar a la bestia
Antes que nada, desecha el término “vampiro emocional”. Estas son las personalidades parasitarias que, literalmente, se alimentan de tu atención y afecto y chupan completamente todos tus esfuerzos. Emocionalmente invertir en estas personas puede hacerte sentir que vale la pena en un primer momento, pero en última instancia, te encontrarás sin energía y sus muchos problemas aún sin resolver. Su sed de tu amor nunca puede ser satisfecha si están decididos a permanecer sintiéndose como una víctima.
Puedes ofrecer tu apoyo a aquellos que lo necesiten, dar un oído atento a un amigo que lucha o a un desconocido, pero ten en cuenta cuando tus esfuerzos comienzan a ser redundantes, o cuando sus llamadas de ayuda comienzan a sentirse más como llamadas para obtener atención. Cuanto más atención das a sus problemas, menos resolución existirá.
No es tu responsabilidad solucionar los problemas de otras personas, especialmente cuando las personas realmente no quieren que sus problemas se resuelvan. Ellos quieren ser dignos de lástima. Es saludable saber cuándo retirarte! Cuando sientas que tus recursos se agotan, ofrece tus simpatías y sal de la situación. No hay nada malo en negarse a participar en el drama de otra persona.

4. Retorno a la naturaleza
Respira profundamente y medita. Céntrate en llenar tu cuerpo con oxígeno fresco y eleva el ánimo, y cuando regreses a tu rutina diaria, te sentirás fresco y menos apto para absorber la negatividad de los demás.

5. Cuídate de frecuentar lugares de baja vibración como hechiceros, adivinadores de escasa reputación, gente que «todo lo ve y escucha»… Piensa que si no pueden probar lo que dicen, pueden estar engañándote diciendo lo que quieres escuchar, o aun peor, asustarte con predicciones falaces. Por lo general siempre «adivinan» cosas que les pasan naturalmente a cualquiera y te quitaran el dinero con esos artilugios. Y ni hablemos de las «cosas» que se nos peguen en esos encuentros…

6.Recuerda quién es responsable de TI
Tú eres el único que tiene algo que decir sobre cómo te sientes. Tú eres 100% responsable de lo que permites influir en tus pensamientos y emociones, y si cualquier aspecto de tu felicidad está fuera de equilibrio, tienes la capacidad para corregirlo. Tu propia percepción de ti mismo es más poderosa que la de cualquier otra persona.
Una vez que eliges ser responsable de tus sentimientos, te liberas de la influencia de los demás. Cuando tienes la certeza de lo que eres y de cómo te quieres sentir, es mucho más difícil que otros puedan hacerte perder el equilibrio.
Toma decisiones. Elije situaciones que potencien tus energías y mantén el tipo de compañía que sólo aporte a lo que eres.
Ámate a ti mismo lo suficiente como para decir “no” donde quiera que esté justificado, y aléjate de ambientes que no te sirven. Recuerda, eres responsable de tu experiencia de vida.
Que sea para ti y que sea fenomenal!