Cuando un proceso se acaba

Cuando un proceso se acaba deberás aprender de nuevo el camino y saber partir.
No volverás a mirar atrás salvo para recordar y saber que has vivido.
Esos mundos no te pertenecen, ni tú perteneces a esos mundos.
Un día llegaste, te invitaron a entrar, disfrutaste, lloraste y ayudaste y te enriquecieron pero, como en cualquier viaje, el pasajero debe partir y siempre debe hacerlo en silencio y con discreción, sin que nadie se entere.
Vete con la humildad con la que debiste entrar y con la palabra «gracias» en tus labios, pues llegaste para DAR vaciando tus manos y te fuiste con el corazón lleno.