Dos personas deciden unirse para vivir el resto de sus vidas juntos. Esa es la intención.
Cuando una pareja esta unida por el amor incondicional soportará todo lo que deban atravesar a lo largo de esa vida juntos porque el amor verdadero no caduca. Se mantiene fresco y dura por y para siempre.
El paso de los años cambiara el curso de sus vidas, los que empezaron siendo dos, luego son tres, cuatro…
La pareja convertida en familia tiene un comportamiento diferente, hay mas responsabilidades y compromisos que afrontar. Hasta los propios hijos «invaden» la pareja.
Solo el AMOR los mantendrá unidos en las ocasiones de colapso… ¡Que sucederán… varias veces! Mantenerse unidos en el AMOR cuando mas lo necesitan ambos alivia los problemas.
El verdadero amor busca en el otro no algo para disfrutar, sino alguien con quien compartir estados de felicidad. Uno al otro hace feliz. La felicidad de tu pareja debe ser tu propia felicidad. No te has casado con un cuerpo, te has casado con una persona, que será feliz amando y siendo amada. No te casas para ser feliz. Te casas para ser feliz con tu pareja.
De los dos depende el sostén de la pareja.
¿Cómo?
Tratándose con respeto fundamentalmente.
Lograr que la convivencia no se malogre creyendo que el otro debe aceptar modos a los que no estaban acostumbrados en la época en que empezaba el enamoramiento.
Armarse de paciencia para vivir con alguien que amamos pero que vivió diferente tipo de convivencia con su propia familia… Ahora todo cambió.
Hablar mucho. Discutir mucho también. Es necesario exponer nuestros puntos de vista diferentes y aceptar el del otro y juntos lograr un resultado que los deje satisfechos a ambos.
Nunca dejar de exponer lo que nos gusta y disgusta. No pretender que el otro adivine.
Discutir pero manteniendo las formas. No Gritos. No insultos. No agresiones verbales y muchísimo menos físicas. Traten de evitarlo porque de eso no se vuelve.
Permitir gritos, insultos, solo hará que sea la forma de ahí en adelante en que se traten. Eso es desamor.
Aceptar sus defectos con la misma intención que aceptamos sus virtudes. El otro debe hacer lo mismo.
Mantenerse en estado de fidelidad. Uno al otro. La fidelidad aporta la constancia y durabilidad de la relación. Faltar a la fidelidad tampoco tiene retorno porque se pierde la confianza, uno de los pilares fundamentales en cualquier tipo de relación, no solo de pareja.
El amor matrimonial es algo sostenible entre las dos partes unicamente.
Se sostiene con tolerancia, respeto, fidelidad, sana convivencia y se debe alimentar día a día.
El encuentro sexual es la primera manera de demostración de amor, pero eso solo no mantienen una pareja unida. Si dos personas consideran que solo necesitan eso… están equivocados.
La parte sexual mutará también a lo largo de la vida. Es importante no perder el deseo de uno al otro, tratando de que cada encuentro sea disfrutable entre los dos sin importar la frecuencia.
La vida misma puede crear espacios entre los dos (los hijos, las actividades laborales, las actividades personales, la casa, etc.) ¡Eso sucederá!
Es responsabilidad de los dos que la vida no fagocite el amor de la pareja.
La mejor manera de amar es manifestarlo de la misma forma que desearíamos se amados.
Cuando dudes de si aun estas enamorado/a de tu pareja… Remontate a esos primeros dias en que se conocian, cuando los dos estaban solos, en los primeros encuentros, en la etapa del noviazgo, los primeros regalos, esas fotos viejas, esos papelitos con expresiones de amor.
Observa…
Recuerda…
Detienete en rememorar cada cosa por pequeña que sea.
Siente tu corazón. ¿Cómo late? ¿Estas sintiendo la misma manera en que latía cuando se estaban por ver?
Si vuelves a sentir en tu cuerpo las mismas sensaciones es que estas enamorado/a tanto o mas que antes.
Si no fuera así… Hablalo con tu pareja. hablen al respecto. Quizás juntos puedan volver a ser la misma pareja de antes… esa que estaba llena de ilusiones.
Se puede nacer y renacer en la pareja mil veces, pero solo si el AMOR vive entre los dos.
¡Se puede!
Todo lo escrito salió de mi corazón y va con mucho AMOR, Elsiè