Usado desde épocas ancestrales por los Reyes Magos que le entregaron a Jesús junto con mirra e incienso, hasta babilónicos, egipcios. Palo Santo o Madera Sagrada es un árbol de la familia de las burseráceas como el incienso.
La particular claridad de las llamas que surgen de esta madera encendida y su exquisito aroma es lo que le llevó a ser usado en rituales y ceremonias.
La ahumada con palo santo purifica el ambiente y limpia de malas energías el lugar donde se realiza la ceremonia de limpieza.
También es utilizado como un incienso natural para meditación, purificación y remedio espiritual que neutraliza las malas energías. Su exquisita fragancia y propiedades crean una atmósfera pacífica y placentera.
El Palo Santo tiene un aroma sorprendentemente intenso y penetrante, con un toque sutilmente cítrico, ligeramente dulce. La madera de palo santo puede ser encendida muchas veces.
Pero lo que realmente sorprende es su efecto facilitador para encaminarte hacia lo sagrado, lo “indescriptible”, impregnando en el ambiente una sensación de armonía, paz y tranquilidad.
Es difícil expresar con palabras un olor, más aún cuando esta fragancia tiene la capacidad de conectar con lo divino.
El Palo Santo proviene de los árboles que han finalizado ya su ciclo de vida y “mueren” de forma natural. Asombrosamente, la madera del árbol recién cortado no tiene las propiedades que he descrito anteriormente.
Esto es así porque una vez caído el árbol se inicia un proceso alquímico de transformación natural que dura entre 3 y 4 años y sólo después de ese tiempo la madera adquiere características aromáticas y curativas. Se dice que los espíritus de los árboles del palo santo se materializan en el aceite esencial y son los responsables de que este sea tan potente.
Su fragancia proveniente de la sahumada:
• Hace conectar con las dimensiones más espirituales del propio ser.
• Nos conecta con amor humano aumentando la capacidad de dar.
• Equilibra las energías, buscando y aumentando todo positivo.
• Propicia la meditación.
• Relaja la mente e induce una sensación de abandono.
• Alivia la tensión nerviosa.
• Profundiza las relaciones espirituales entre la pareja.
• Elimina los conflictos domésticos.
• Afrodisíaco: su cualidad terrosa y enigmática ayuda a mejorar la relación amorosa en general y especialmente para las personas maduras.
• Tiene propiedades antidepresivas, diaforéticas, diuréticas, depurativas, antirreumáticas, antisépticas y fungicidas, entre otras.
• Sirve para combatir la gripe, tos, asma, alergias, estrés, tristeza, mal humor, jaqueca, pánico, ansiedad, mareos…
• Como limpiador energético de los cristales de cuarzo, gemas, minerales.
• Limpiezas purificadoras de casas y personas.
Lo más tradicional son los tronquitos de madera que pueden usarse hasta 30 veces cada uno por la capacidad de apagarlo y volverlo a encender.