La energía es inteligente… déjala fluir!

EL TERAPEUTA Y SUS GUÍAS

Todos venimos a este plano con la intención de pasar las pruebas necesarias para nuestro aprendizaje y que nos deje la enseñanza que nos permite poder volver para seguir adquiriendo sabiduría y conocimientos, hasta que podamos elevarnos en otras dimensiones y alcanzar el estado de Iluminación que es la meta.
No venimos solos. Venimos con guías. Los mismos de siempre, los que nos acompañan vida tras vida. Son como nuestros asistentes. Están siempre, no nos dejan. Pero, solo actúan si se lo pedimos. Solo ante un pedido de ayuda accionan. De lo contrario son espectadores de nuestra vida porque la consigna es respetar “nuestro libre albedrío”. Siempre.
El terapeuta de Reiki pide asistencia a sus guías antes de iniciar una sesión. Como también el Maestro de Reiki, pide asistencia a sus guías antes de iniciar un curso de enseñanza.
Claro que habiendo tantos seres de luz, dispuestos gratamente a asistirnos y acompañarnos en la noble y honorable tarea de hacer imposición de manos a otro ser o a nosotros mismos, también los invocamos… y ellos llegaran instantáneamente, cuando terminamos de nombrarlos uno a uno en nuestra invocación sagrada. Así de sencillo.
A quienes invocamos es personal, puede ser solo a un ser o a varios… no hay límite. Y entre todas las asistencias también estarán nuestros fieles guías.
La asistencia al terapeuta por parte de los guías Reiki es más importante y relevante de lo que se supone. Tanto, que muchos pacientes, han “sentido” muchas más, que un par de manos, haciéndole imposición.
Invocarlos, reposarnos en su sabiduría y agradecerles la asistencia en la sesión, debe ser un acto de honda humildad y agradecimiento. Cada vez. Cada sesión.
Respecto a la terapia, los guías asisten al reikista durante toda la sesión, guiando las manos del terapeuta o haciendo imposición ellos mismos en otras zonas que ellos “ven” con más nitidez que el reikista.
Todos los alumnos que ya superaron el 2do Nivel de Usui Reiki, cuentan con “herramientas” que potencian su tarea haciéndola más poderosa y rápida… pero aprender a convivir con ellas, visualizándolas, trazándolas, yantrándolas, mantrándolas… al principio suele parecerles difícil y se atemorizan de no saber usarlas bien. Inclusive quieren seguir al pie de la letra el orden de los trazos como si fuesen más importantes que el símbolo mismo.
Dejar fluir… la energía es inteligente… lo que vale es la intención… aflojar… soltar… dejar ser… desestructurar… son palabras que uso cuando creen que no podrán con esa “herramienta” que ven por primera vez.
Pónganse en manos de sus guías porque ellos asisten TODO. Ellos vigilan de pie a tus espaldas y dirigen todo el proceso. Al trazar los símbolos, si en algún momento, consideras que una línea no se trazó bien, o te olvidaste cual sigue o crees que no lo dibujaste bien o te cuesta visualizarlo… ¡despreocúpate! Ellos lo corregirán mientras continuas. Si cometes un error ELLOS LO ARREGLARAN. Si te olvidaste una parte del trazado, ELLOS LO ARREGLARAN. Y, es cierto, efectivamente, lo hacen.
Cada sesión de Reiki es un ritual sagrado de gran belleza y por más que hayas dado cientos de sesiones, todas son diferentes, milagrosas y especiales.
Existe una cinta grabada de una sesión de canalización de Suzanne Wagner en la que afirma que todas las versiones del HON-SHA-ZE-SHO-NEN que tenemos en Occidente están mal. Cuando se consultó a los guías como hallar el símbolo correcto, los guías dijeron que no importaba, que dicho símbolo correcto estaba en alguna biblioteca del Tíbet o de la India. Al preguntarles, que debíamos hacer, la respuesta fue “elegir uno, nosotros lo arreglaremos”. Durante la sesión el movimiento de los símbolos es demasiado rápido como para definir nada, pero algo le ocurre a lo que se ha dibujado. Los símbolos se mudan en otra cosa, sutil, pero decididamente diferente. En vez de estáticos y bidimensionales, como caracteres trazados sobre un papel, se convierten en tridimensionales y móviles. Adquieren profundidad, color, movimiento, amplitud. Los guías Reiki toman lo que tenemos y “lo arreglan” para que funcione. Cualquier persona iniciada en Reiki recibirá toda la asistencia que precisa para hacerlo.

Así que, confía, acciona, pon tu corazón, tu intención y tus manos y deja que te guíen… ¡Deja que Fluya! Todo estará bien.

Elsiè Saulino
Reiki Master