TE LIBERO DE SER UNA NIÑA BUENA

Yo fui una “niña buena” y como madre te libero de tener que serlo porque no es sano.

Ser una NIÑA BUENA significa ceder parte del control de tu vida a los demás; intentar agradar a las personas que más quieres, de manera inconsciente, a costa del propio dolor o de la injusticia; obedecer a los mayores (padres, profesores etc.) dejando a un lado tus propios deseos; no permitirte el enfado, ni la rabia.

Ser una NIÑA BUENA significa caer en el rol de ser demasiado madura para tu edad y perderte parte de tu infancia.
Significa tender a la perfección y a la excelencia, una trampa del mundo de los adultos para cortar las alas.

Hija mía, ser una NIÑA BUENA significa (a veces) por desgracia enfermar. Enfermar para escapar de la presión de un mundo familiar y escolar que limita la propia creatividad, la libertad y el juego de experimentación de la vida, que pone en una jaula los propios deseos y algunas emociones, bajo el disfraz de que es por tu propio bien.

Yo fui una NIÑA BUENA que sobrevivió (hoy puedo decir que soy una adulta desobediente y creativa) pero sufrí un buen rato en el camino.

Yo fui una NIÑA BUENA que supo acompañarse así misma y que , en mi interior y soledad, logré formar mi propia opinión de cada cosa que no pude hacer o me fue prohibida. Esas limitaciones impuestas y acatadas por mi, hoy sé que son la consecuencia de ceder dócilmente al control externo de mi Ser, que sucedió porque aun no tenia poder de decisión… Cuando pude desatarme y soltar anteponiendo mi propia felicidad comencé a crecer.

Como madre, yo te libero de todo esto…

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