El insomnio es una enfermedad que afecta a más del 70 % de la población abarcando edades a partir de los 10 años en adelante.
No dormir, y la consecuencia de falta de descanso afecta nuestra actividad diaria.
Durante la noche, el organismo libera hormonas que nos ayudan a mantener el bienestar a lo largo del día. El organismo segrega la hormona del crecimiento, que resulta muy importante para la regeneración muscular. Esta hormona resulta imprescindible para los niños. También, una sustancia llamada interleucina se libera en mayor medida mientras dormimos. La interleucina promueve la producción de anticuerpos y estimula el sistema inmunitario. Las células se regeneran más de prisa y la piel asimila mejor los activos nutritivos.
Al dormir bien se mantiene un equilibrio general en todo el organismo. Por el contrario, si no descansamos correctamente, el sistema inmunitario se ve afectado y nos volvemos más vulnerables a determinadas enfermedades, como las infecciones por virus.
El cuerpo humano tiene su propio reloj biológico de descanso y despertar pero, este reloj se altera con el paso de los años y empieza a desajustarse alrededor de los 40 años por el descenso en la producción de melatonina (inductora del sueño)… Somos nosotros los que, con nuestra vida agitada y acelerada nos causamos el trastorno del insomnio que provoca la imposibilidad de conciliar el sueño. En la actualidad este reloj biologico se desajusta mucho mas prontamente, dejando de lado la edad estadística. Son muchos los casos de niños «hiper acelerados» que no pueden dormir, algunos por exceso de tareas y compromisos extra escolares y luego los adolescentes que empiezan a acostarse de madrugada, como también la gente que esta muy estresada laboralmente, con mucha responsabilidad cotidiana, apremios económicos, etc.
Quienes tienen problemas para conciliar el sueño y pasan las primeras horas sin lograr dormir, como también, los que se acuestan y se duermen rápidamente y a las 3 o 4 de la mañana se despiertan y desvelan, son personas con trastorno del sueño o insomnio.
Como dije anteriormente, alrededor de los 40 años de edad la fabricación de melatonina (hormona que regula el reloj biológico de nuestro cuerpo) empieza a bajar su producción.
Estas personas, en su desesperación por dormir generalmente recurren a medicamentos que con el tiempo se vuelven adictivos y difícil de suspender y NO solucionan el problema, solo son paliativos.
Para volver a la normalidad de vivir de día y descansar de noche aquí van unos tips de ayuda que solo serán efectivos si lo hacemos con CONDUCTA Y CONSTANCIA.
Cambios de hábitos diarios, lograran recomponer el reloj biológico y conseguir el sueño reparador tan esperado…
• Determinar un horario para levantarse y otro para acostarse, es necesario cumplirlo porque la melatonina (hormona que regula el reloj biológico de nuestro cuerpo) se activa alrededor de unas 4 hs antes del momento en que nos queremos ir a dormir (tener horarios discontinuos no ayuda).
• Para los que les cuesta mucho dormir, al empezar con estas técnicas, pueden tomar melatonina (medicamento de venta libre, indicado para las personas que deben viajar a países con gran diferencia horaria y que comienzan a tomarlo 15 días antes del viaje) dos horas antes de ir a dormir.
• Haga algún ejercicio que considere que puede seguir como rutina: Natación, bicicleta, etc. O al menos CAMINE.
• Cenar poco y liviano. No ingerir dulces o cualquier alimento o golosina con azúcar antes de ir a acostarse.
• Hacer una caminata luego de la cena ayudara a la digestión.
• Tomar un té antes de acostarse. NUNCA café.
• No fumar.
• Si su trastorno del sueño es severo, NO duerma siesta.
• El dormitorio tiene que ser el lugar de descanso por excelencia, pintado con colores claros, ordenado, cama y almohada cómodas.
• Evitar ver televisión desde la cama. Apagar celular. No usar computadoras, ni leer en la cama.
• Un baño de inmersión con agua a temperatura natural no caliente ni fría, con aceites esenciales de manzanilla, lavanda, sándalo, azahar, jazmín, valeriana que no dure más de 10 minutos y que sea a media luz.
• Al acostarse ponga a un volumen suave música de relax y concéntrese en el sonido mientras comienza a hacer respiraciones profundas (inhale por nariz con la intención de llenar la panza; sostenga, cuente hasta 4 y exhale por boca lentamente; espere; repita nuevamente todas las veces que pueda manteniendo la concentración en la respiración) y luego continúe respirando normalmente sin dejar de concentrarse en la música.
• Bloquee todos los pensamientos. Nada de organizar el día de mañana, ni laborales, ni familiares, ni caseros en la cama.
• Tener la temperatura más baja posible en la habitación tanto en verano como en invierno.
• Dormir sin ropas: ni pijama ni ropa interior. Dormir desnudos nos da una sensación de soltura toda la noche, podemos darnos vuelta sin que un bretel, elástico, etc. nos moleste. Cuando te acostumbres, veras que cuando llegue el invierno tampoco usaras ropa de cama, ni siquiera medias.
• Si estas en pareja, no elijas el momento de ir a dormir para arreglar cuestiones o discutir.
• Tener relaciones sexuales contribuye a la “terapia”. El sexo genera endorfinas, es placentero y el momento de la relajación contribuye al sueño.
• REIKI. Si, la sesión de Reiki, a la vez que nos sana holísticamente, nos genera una gran paz, serenidad y relajación. Recibir Reiki con asiduidad equilibra nuestro reloj biológico de manera más fácil y rápida.
Si pudieras cambiar tus hábitos, basándote en estos tips de ayuda, si no puedes cumplir con todos, al menos adopta una gran mayoría de los mismos, lograras el resultado de dormir plácidamente, toda la noche, sin desvelos y sin volver a caer en el insomnio nunca más.
Sirve para los que están tomando medicación para dormir, para ir dejándola de a poco y por supuesto para los que han agotado todos los medios con tal de no caer en la famosa pastillita para dormir.
A mí me dio resultado.
Que tengan dulces y placenteros sueños…
Como siempre, desde el amor, Elsiè
NOTA: Esta información no es extraída de internet. Lo enunciado es un ejercicio personal practicado por mí que comparto con ustedes con el fin de que puedan lograr los mismos beneficios que yo disfruto. Yo venci al insomnio. Vos también podes.
Elsiè Saulino
